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Ep. 107 | 3 ideas para organizar y descartar "komono" (cositas)





Yo, pensando en cómo dejar de acumular cositas (La Prune, Manet- 1877)

Entre las categorías para descartar y organizar de Marie Kondo, se encuentra la categoría "komono", que básicamente son cositas. La traducción que le dieron en español si no me falla la memoria es "misceláneas", es decir...cositas varias. 

En casa somos maestros en acumular cositas. En llevar la palabra a otro nivel. En personificar y vivir komono. En casa, sí, estamos llenos de "cositas". Gomitas de pelo, clips, papelitos, fósforos, juguetitos, dibujitos, dados, monedas que no sirven para nada, bolitas Pokemón sin el Pokemon, un lápiz de labio, una honda de juguete, piensen en algo y nosotros lo tenemos. No ayuda para nada que somos todos acumuladores compulsivos de cositas. El otro día vi una piedrita en el piso y se la llevé a mi hija que está con librito de rocas. Y mis hijos después se traen otro sinfín de cosas de la calle. En fin, esta casa necesitaba una intervención urgente porque no hay cosa que deje más desordenado un lugar que...las cositas. 

1- Poner todo en un lugar

Esta es una de las premisas de Marie Kondo siempre; por cada categoría, tenemos que tomarnos el tiempo de sacar todo lo que pertence a ella antes de descartar. Con las cositas no es diferente. Entonces, liberá la mesa y empezá a meter en una bolsa todo lo que encuentres que no tenga una casita definida. Por casita me refiero a un lugar fijo donde se guardan esas cosas. Ejemplo: abrís un cajón de cubiertos y hay bolsitas sueltas, algún condimento perdido, cuchillito oxidado o que nunca usás, tapitas (quién nunca guardó la tapita de una botella para...nada), etc. Pasaste por el cesto de cosas a la entrada de tu casa y viste que hay llaves, curitas, clips, gomitas de pelo, un remedio perdido, una artesanía de tu hijo, un par de aritos...a la bolsa. Y así andá agarrando todo lo que no tiene casita. Una vez que terminaste, en la mesa liberada ponés todo. Absolutamente todo. Cuántas cositas, ¿no? No parecían tantas...

2- Separar.

Esta es la parte difícil porque a diferencia de categorías como ropa en la que queda claro cómo separarlas, en el caso de komono son...cositas. Variadas, diferentes, que vamos dejando por la casa. Pero siempre hay algo en común y lo que no tiene amigos, lo dejamos separados. Simple así. Puede que de diez cosas, nueve no tengan categoría específica (un clip es papelería pero un dado perdido y solito qué es) o no tenga amigos (un candado sin llave o tres fósforos sin caja). 

3- Descartar sin dolor

Para descartar, lo mejor es simplemente mirar todo lo que no tenía una casita específica. Si está pululando por la casa, puede pulular hacia el tacho de basura. Ni piensen en donar algo de komono a menos que valga algo importante, tipo una carta de Pokemon especial (esa la venden, no la donen, sean capitalistas a veces). El resto, lo que tiene casita, se guarda. Y a partir de ahora...se guarda ahí. 

Doy un ejemplo con el cesto de cosas de la entrada (sí, obviamente era basado en la vida real. De mi vida real). Agarré todo, lo puse en la mesa y separé primero lo que sí de hecho, tenía una casita, un lugar definido. Los aritos tienen un frasco donde se ponen. El remedio que no estaba vencido, en la caja de remedios. Ahora, artesanía de hijo...eso es lo que más anda por la casa. Dibujos, obras de arte, inventos (el otro día abrí mi mochila en el trabajo y saqué una media con ojos y sombrero...un títere que mi hija me hizo como sorpresa...La otra media la encontré debajo de los frascos de condimentos), en fin, todo eso, no tenía un lugar en específico. Entonces agarré una de las cajas de arte de ellos, saqué la mitad de las cosas que eran puro papel dibujado y metí todo ahí. Las gomitas de pelo las tiré porque estaban muy estiradas y llenas de pelos y el pote de gomitas estaba lleno de gomitas nuevas que compramos recientemente. A partir de ahora, esa caja es para eso y cuando se llena, tienen que vaciarla, eligiendo qué dejan y qué no. Límite. Entonces, si no le encontrás una casita al komono perdido, no es tan necesario. 

Y también, tomé una decisión drástica con respecto a todo lo que entra en la categoría komono: una vez por semana, paso por los lugares donde generalmente se acumulan. Todo lo que tiene casa, lo pongo en la mesa y exijo (sí, con esta voz) que los dueños las guarden. Y aviso que la próxima vez que esas cosas se encuentren donde no deben, se tiran. Tenemos un cesto donde ponemos dos controles: el del volumen de la tele y el del aparatito de Amazon para tener los streamings (mi tele no es una smart TV, es una old, super old TV). Siempre se llenan de otras cosas. El domingo de la otra semana lo vacié y tiré todo lo que no eran dos controles. Hubo lágrimas (mías también porque tiré un papel con anotaciones importantes) pero hay que ser firmes. Este domingo había dos controles. Firmeza y decisión es mi lema (mentira, pero la verdad había que hacer algo con todos nosotros). 

Espero que todos consigamos no ser acumuladores de komono en el futuro cercano y nos vemos la semana que viene con más Minimalismo Real. 


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