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Regalar como un minimalista

El domingo pasado fue el Día de la Madre en Argentina y muchas personas corrieron durante la semana o el feriado largo que hubo para comprar algún regalo que demostrara cuánto amamos a nuestras madres o a las personas que cumplen ese rol en nuestras vidas. Hasta vi memes el domingo haciendo chistes sobre lo comprado o no comprado.

Fechas especiales siempre son excelentes momentos para repensar cómo consumimos y cómo nos acostumbramos a que mostrar cuánto nos importa alguien está proporcionalmente asociado a cuánto gastamos con esta persona.

Pero entonces…¿no podemos comprar nada? ¿No puedo regalarle a alguien objetos o cosas de marca? ¡Pero sí, claro que podés! Nadie dice que ser minimalista es prohibirse de hacer lo que te hace o hace a otros felices. Sin embargo, siempre tenemos que pensar cuán significativo es para la otra persona aquello que le estás dando.

Pensemos en tres regalos posibles y charlemos sobre ellos: cosas, experiencias y tiempo.

1- Cosas. Objetos materiales.

Antes de comprar algo por comprar, pensemos: a la persona que le voy a regalar esto, ¿le va a gustar? ¿Le va a sumar algo en su vida porque este objeto es lindo, útil o las dos? ¿Estaba necesitando esto y lo comentó? ¿Puedo pagar por el regalo y si cuesta más de lo que puedo, me va a traer problemas financieros? (porque seamos honestos, si la persona a la que le vas a regalar algo te quiere, no te va a querer endeudado. Y si no te quiere, para qué endeudarte, ¿no?).

Por ejemplo, el Día del Padre le dimos a mi compañero un libro de un escritor/ músico que le gusta mucho y nunca había leído. Mis hijos habían escuchado atentamente cuando él le contó de la muerte reciente de este escritor, cuánto lo admiraba y que había un libro que nunca había leído. Cuando les pregunté qué podíamos hacer para el Día del Padre, se acordaron de la historia y del nombre (en parte) del libro. Buscamos, buscamos, buscamos y lo encontramos usado. ¿Es una cosa? Sí. ¿A él le gustó? Sí. ¿Podíamos pagar por el regalo? Sí. Listo, regalo material perfecto.

2- Experiencias

Si por mi fuera, 99% de los regalos serían experiencia. Visitar un lugar y hacer un picnic. Viajar. Tener un día de spa. Y cosas así. Pero a todos no les gustan las experiencias; entonces, antes de regalar una, hacete las mismas preguntas que te harías si fueras a regalar alguna cosa, un objeto material. Porque digamos que alguien me regala la experiencia de degustar vinos. Yo odio el vino y realmente no aprovecharía ni un poquito ese regalo. Ahora degustación de cerveza…Entonces, inclusive cuando queramos ser “minimalistas” creyendo que dar cosas no es muy de minimalista, regalar experiencias que a la otra persona no le va a gustar es la misma cosa que tirar plata a la basura y demostrar que no conocemos ni un poquito a la persona a la que le estamos dando un regalo.

Por ejemplo, aquel día del padre le dimos a mi compañero además del libro, un chocolate 85% cacao porque le gusta el chocolate amargo. Cuando volvimos a casa después de celebrar en familia el día, se fue al cuarto, se encerró con una taza gigante de café, el libro y el chocolate y ahí estaba, feliz de la vida con su objeto material y su experiencia de degustación de chocolate amargo en tranquilidad (algo que no es común ofrecer en esta casa minúscula y sin mucha privacidad).

3- Tiempo.

A veces el simple hecho de dar tiempo, un momento en soledad , también puede ser un regalo. A veces dar nada y pasar el rato con quien nos ama y amamos estando presentes, de cuerpo y alma, es un flor de regalo.

Por ejemplo, el año pasado en el Día de la Madre, mi familia me dio tiempo. Me quedé todo el día sola. Sin hacer absolutamente nada y sin interrupciones en mi día de pereza total. El día de mi cumpleaños yo solo quería pasar el día en familia, así que estuvimos todo el día en la calle y cuando a los chicos les agarró sueño de tanto andar y de visitar lugares como turistas, se durmieron y aprovechamos con mi compañero para charlar un rato mientras tomábamos algo. Fue uno de los mejores cumples que tuve en mucho tiempo.

En definitiva, ¿cómo regalar como un minimalista? Es simple: regalemos aquello que sabemos que va a ser significativo para la otra persona, sea una cosa, una experiencia o tiempo. Ahhh, ¿pero y si no conozco mucho a la otra persona? Un vale regalo o gift card. Garantizo que funciona el 90% de las veces.

Nos vemos la semana que viene con más Minimalismo Real.

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