Skip to main content

1 concepto para minimalizar: Ma (espacio negativo)

Ma (間) es un concepto japonés que podría traducirse como una pausa en el tiempo, un intervalo o un espacio vacío. Es interesante que es descrito como algo fundamental para que las personas puedan crecer y desarrollarse, esa idea de espacio vacío y tiempo para hacerlo. Y este concepto, Ma (間), no puede ser entendido fuera del contexto. Para ejemplificarlo voy a usar la fotografía: cuando un fotógrafo le saca una foto a un árbol en medio de la nada, esa nada y ese árbol cobran sentido juntos. Uno resalta al otro. Uno se apoya en el otro. Y creo que este concepto puede ayudarnos mucho cuando queremos minimalizar la casa y la vida.

1- El tiempo, compromisos y actividades

Yo todas las semanas miro mi agenda semanal. Le pongo colores diferentes a las actividades. Por ejemplo, el trabajo me ocupa unas 11 horas entre ida y vuelta. Lo tengo pintado en azul. Los ejercicios físicos, los tengo en verde. Las actividades familiares en marrón. Las cosas administrativas como cuentas a pagar, médicos, llamadas que tengo que hacer, cositas que tengo que resolver están en rojo. De más está decir que los espacios negativos en la agenda son poquísimos. Pero antes de este año, también estaban completos, estaba todo lleno. Fui dejando actividades y compromisos que se abrió ese espacio. Y tener más tiempo en marroncito, que es el tiempo que paso con mis familia en diferentes actividades. O verde, para hacer gimnasia. Y hay blancos, que son mis espacios negativos. Son los momentos nada. Son los momentos para recargar energía. Buscá ese vacío, priorizá más espacios negativos en tu agenda.

2- Las cosas

Cuando nos llenamos de cosas o tenemos cosas demás, lo que nos gusta, lo que nos resulta útil o ambos, se pierde en el montón. Por eso, pensar en los espacios negativos, en ese espacio que se valoriza con alguna cosa (y no con muchas) puede ayudarte a dejar ir objetos. Pensá en algo que te gustaría que luciera en tu casa. ¿Qué podés disminuir para ampliar el espacio vacío a partir del cual va a resaltar? Pasa por cada cuarto de tu casa y observa qué te gustaría valorizar en cada uno de ellos. Es importante que pienses también cuál es la función de cada espacio, por ejemplo, si ves tu cuarto de dormir, pensá que ahí vas a descansar entonces qué te gustaría que se destacara y cuánto espacio negativo podés crear para eso.

3- Las pausas

Vivimos en un mundo que nos bombardea con muchas informaciones y también, en un mundo de conexión permanente. El ruido constante es abrumador y muchas veces no sabemos cómo parar. Ma (間) es un concepto que habla de la pausa, el intervalo, eso que hay entre dos cosas. Cuando empezamos a minimalizar nuestras cosas, nuestros compromisos, nuestra vida en general pensamos que es una especie de carrera, que tenemos que sacarnos todo de encima rápido para vivir una vida mejor. La verdad es que la vida se va construyendo y creo que se construye hasta el final. Por eso de vez en cuando necesitamos una pausa para repensar por dónde estamos yendo y dejar de correr. Como diría una vieja propaganda de Argentina, “me tomo cinco minutos y me tomo un té”. Tomate un poco más de cinco minutos y transitemos el minimalismo de a poco. Al final, solo estás corriendo contra vos mismo, ¿cuál es el apuro?

Ma (間) es un concepto que me hace pensar en la tranquilidad. En música, serían esos silencios que hay entre las notas, en una pintura como en las fotos, ese espacio vacío que ayuda a destacar a las figuras y en nuestras vidas, es el tiempo, la pausa, el espacio que nos damos a nosotros mismos para priorizarnos, para “resaltarnos” en el entorno. Empecemos a considerarlo.

Nos vemos la semana que viene con más Minimalismo Real.

Comments

Popular posts from this blog

Ep. 107 | 3 ideas para organizar y descartar "komono" (cositas)

Yo, pensando en cómo dejar de acumular cositas (La Prune, Manet- 1877) Entre las categorías para descartar y organizar de Marie Kondo, se encuentra la categoría " komono ",  que básicamente son cositas. La traducción que le dieron en español si no me falla la memoria es "misceláneas", es decir...cositas varias.  En casa somos maestros en acumular cositas. En llevar la palabra a otro nivel. En personificar y vivir komono. En casa, sí, estamos llenos de "cositas". Gomitas de pelo, clips, papelitos, fósforos, juguetitos, dibujitos, dados, monedas que no sirven para nada, bolitas Pokemón sin el Pokemon, un lápiz de labio, una honda de juguete, piensen en algo y nosotros lo tenemos. No ayuda para nada que somos todos acumuladores compulsivos de cositas. El otro día vi una piedrita en el piso y se la llevé a mi hija que está con librito de rocas. Y mis hijos después se traen otro sinfín de cosas de la calle. En fin, esta casa necesitaba una intervención urgente ...

3 ideas para repensar los zapatos

Yo no soy una gran amante de zapatos en general. Debe ser porque cuando era chica, alguien -no recuerdo quién- le dio a mi papá un par de sandalias tipo Jesucristo de cuero legítimo para mí. Eran para nenes y aunque a mí nunca me importó si las cosas eran de nenes o nenas, estas en particular eran muy feas. Y además, me quedaban un poco grandes y me lastimaban. Pero eran de cuero. Entonces, para el cumpleaños de la vecinita amiga mía de al lado, me dijo que me pusiera “las sandalias nuevas”. Yo no quise, protesté, lloré y me mandó al cumpleaños descalza. Por suerte la calle era de tierra, solo nos dividía un alambrado entre casa y casa y todo era puro terreno de pasto y tierra. Llegué llorando pero no me afectó tanto porque la mitad de los chicos ya estaban en patas jugando. En fin, traumas de infancia. Cuando crecí, solo usé zapatillas y sandalias hippies o chancletas. Hubo una época que compré unas chatitas para el trabajo pero la verdad, correr atrás de chicos requiere za...

2 formas de moldear tu ambiente

En algunos podcasts conté que en la mini sala conseguimos comprar un año y medio atrás una mesa que se abre. Es de 1,20 pero se extiende a 1,70. Es de vidrio y madera. Y el vidrio se rompió con algo, se rajó de punta a punta y no sabemos cómo hace unos días. Y me agarró una angustia. Porque no voy a poder arreglarlo ahora y probablemente quede así por mucho, mucho tiempo. En esa angustia dije que al final nunca podíamos tener nada lindo, que la casa siempre iba a ser un caos constante como estaba ahora, que no importaba cuánto sacáramos, cambiáramos, etc, siempre íbamos a vivir en un lugar que no era de nuestro gusto. Claro que no es la casa ni la mesa, vengo con mucho trabajo y con cuentas que se suman y me salió por ahí (y me compré un libro). Pero mi compañero, con quien nos turnamos por suerte en nuestros ataques de desesperación, empezó a juntar las cosas, ordenó un poco, barrió, lavó la ropa, los platos y dejó el departamento visiblemente mejor. Y la frase que muchas veces reapar...