Skip to main content

Ep. 97 | Tadaima: estamos en casa.


 La otra vez me topé con expresiones comunes en japonés y entre ellas, la referida a cuando uno llega a casa. Cuando una persona vuelve al hogar dice "tadaima"(ただいま) que significa "estoy en casa" pero también, cuando tomado literalmente, "ahora, en este momento". Y descubrí en ese intercambio que existe un manga llamado así, Tadaima, sobre un mundo en el que los seres humanos están divididos por cuestiones de género (hay hombres que pueden tener hijos por ejemplo, así que el género es algo diferente a lo que entendemos en ese manga) y una pareja de dos hombres se embarazan y tienen un hijo. Pero son discriminados constantemente (por esa segregación de géneros) y van contando su vida con su hijo y después, su hija. Y ese nombre, "Tadaima", cobra un sentido hermoso: no importa lo que pase allá afuera, nosotros estamos en casa. 

Estamos todo el tiempo preocupados con las cuentas, con la política, con lo que pasa en las redes, con las últimas peleas de pseudo-famosos, con el trabajo, con la familia, con...con todo. Pasamos el tiempo corriendo atrás de estar bien, queremos aprender finanzas, idiomas, de algo que nos dé la respuesta para mejorar la calidad de vida que va perdiéndose en las garras de un sistema que nos va triturando y escupiendo. Porque por más que lo intentemos, la realidad nos alcanza. 

Y siempre va a ser así. Aunque vivamos en Finlandia, algo va a estar ahí a la espera (sí, yo también quería estar en Finlandia combatiendo al sistema, lo sé, lo sé). Mi punto es que la vida siempre va a hacernos pasar por momentos buenos, malos, más o menos, pésimos y buenísimos. Aunque a ojos de otros tengamos la vida resuelta, para nosotros, muchas veces no lo está. 

Pero más allá de todo lo externo, tratemos de construir nuestro espacio seguro. Sea con la familia. Sea con tus amigos. Sea con vos mismo. Encontrá tu lugar para apartarte aunque más no sea un ratito de todo eso, de esa exposición, de ese ruido, de esa locura. Para respirar un rato. 

Encontrá un lugar para el cual volver y puedas decir: tadaima. Estoy en casa. Ahora, en este momento. 

Comments

Popular posts from this blog

Ep. 107 | 3 ideas para organizar y descartar "komono" (cositas)

Yo, pensando en cómo dejar de acumular cositas (La Prune, Manet- 1877) Entre las categorías para descartar y organizar de Marie Kondo, se encuentra la categoría " komono ",  que básicamente son cositas. La traducción que le dieron en español si no me falla la memoria es "misceláneas", es decir...cositas varias.  En casa somos maestros en acumular cositas. En llevar la palabra a otro nivel. En personificar y vivir komono. En casa, sí, estamos llenos de "cositas". Gomitas de pelo, clips, papelitos, fósforos, juguetitos, dibujitos, dados, monedas que no sirven para nada, bolitas Pokemón sin el Pokemon, un lápiz de labio, una honda de juguete, piensen en algo y nosotros lo tenemos. No ayuda para nada que somos todos acumuladores compulsivos de cositas. El otro día vi una piedrita en el piso y se la llevé a mi hija que está con librito de rocas. Y mis hijos después se traen otro sinfín de cosas de la calle. En fin, esta casa necesitaba una intervención urgente ...

3 ideas para repensar los zapatos

Yo no soy una gran amante de zapatos en general. Debe ser porque cuando era chica, alguien -no recuerdo quién- le dio a mi papá un par de sandalias tipo Jesucristo de cuero legítimo para mí. Eran para nenes y aunque a mí nunca me importó si las cosas eran de nenes o nenas, estas en particular eran muy feas. Y además, me quedaban un poco grandes y me lastimaban. Pero eran de cuero. Entonces, para el cumpleaños de la vecinita amiga mía de al lado, me dijo que me pusiera “las sandalias nuevas”. Yo no quise, protesté, lloré y me mandó al cumpleaños descalza. Por suerte la calle era de tierra, solo nos dividía un alambrado entre casa y casa y todo era puro terreno de pasto y tierra. Llegué llorando pero no me afectó tanto porque la mitad de los chicos ya estaban en patas jugando. En fin, traumas de infancia. Cuando crecí, solo usé zapatillas y sandalias hippies o chancletas. Hubo una época que compré unas chatitas para el trabajo pero la verdad, correr atrás de chicos requiere za...

2 formas de moldear tu ambiente

En algunos podcasts conté que en la mini sala conseguimos comprar un año y medio atrás una mesa que se abre. Es de 1,20 pero se extiende a 1,70. Es de vidrio y madera. Y el vidrio se rompió con algo, se rajó de punta a punta y no sabemos cómo hace unos días. Y me agarró una angustia. Porque no voy a poder arreglarlo ahora y probablemente quede así por mucho, mucho tiempo. En esa angustia dije que al final nunca podíamos tener nada lindo, que la casa siempre iba a ser un caos constante como estaba ahora, que no importaba cuánto sacáramos, cambiáramos, etc, siempre íbamos a vivir en un lugar que no era de nuestro gusto. Claro que no es la casa ni la mesa, vengo con mucho trabajo y con cuentas que se suman y me salió por ahí (y me compré un libro). Pero mi compañero, con quien nos turnamos por suerte en nuestros ataques de desesperación, empezó a juntar las cosas, ordenó un poco, barrió, lavó la ropa, los platos y dejó el departamento visiblemente mejor. Y la frase que muchas veces reapar...