Skip to main content

Ep. 105 | 3 productos de limpieza para minimalizar los comerciales

Cuadro de Willem Joseph Laquy. Así me siento yo haciendo productos de limpieza, como en el siglo VXIII

Este no es un episodio de "dejemos los químicos y usemos cosas naturales" porque lo natural...¡es química pura! No dejemos los químicos; hay químicos buenos. La lavandina nos salva de un montón de cosas porque el vinagre sirve pero hasta cierto punto. En fin, no soy química ni bromatóloga pero sí tengo una familia extremadamente alérgica a la vida que se beneficia de cosas menos agresivas. 

Antes de empezar, quiero decir que hay una inversión en plata y tiempo: 

a- Bicarbonato de sodio: no puede faltar nunca en la cartera de la dama ni en el bolsillo del caballero. 

b- Alcohol etílico. 

c- Pan de jabón. 

d- Vinagre.

e- Aceites esenciales (tal vez lo más caro pero en general, opcional. Mi recomendación está en los básicos que no son siempre los más baratos: naranja o limón, lavanda -o lavandín, más barato- y tea tree o malaleuca que es en caso algo que no falta nunca. También eucalipto y menta son opciones). 

f- Restos de cáscaras de cítricos.  

El tiempo, bueno, cada uno sabe qué puede priorizar, cuánto y cómo para hacer productos de limpieza. Vamos con los 3 básicos que usamos en casa y no compramos más nada para esto: 

1- Jabón líquido para lavar la ropa. 

Estábamos comprando uno ecológicamente correcto pero se nos estaba yendo mucha plata en ello. Infelizmente, es muy caro para continuar comprando. Así que optamos por una opción más barata. 

Ingredientes:

  • 1 pan de jabón o jabón blanco en barra (aprox. 200–250 g)

  • 3 litros de agua caliente

  • Opcional:

    • 2 cucharadas de bicarbonato de sodio (mejora la limpieza)

    • 1/2 taza de vinagre blanco (suaviza y neutraliza olores)

    • Algunas gotas de aceite esencial (eucalipto, lavanda, limón)

 Preparación paso a paso:

  1. Rallá el jabón:

    • Usá un rallador para que se derrita más rápido. Si lo cortás en pedazos como hice las primeras veces, tardás más. Invertí en un rallador medio pelo y usalo para esto nada más. 

  2. Calentá el agua:

    • Poné los 3 litros de agua en una olla grande y calentá hasta que esté bien caliente (no hace falta hervir).

  3. Agregá el jabón rallado:

    • Incorporá el jabón a la olla y revolvé constantemente hasta que se disuelva completamente (tarda unos minutos).

  4. Agregá los opcionales (si querés):

    • Cuando el jabón ya esté disuelto, agregá el bicarbonato y vinagre. Mezclá bien.

  5. Dejá enfriar:

    • Apagá el fuego y dejá que repose unas horas. Se va a espesar al enfriarse. Cuando se enfríe, podés poner los aceites esenciales que quieras. 

  6. Batí o licuá si queda muy gelatinoso:

    • Si al enfriarse el jabón queda como gel, podés agregar un poco más de agua caliente y batir con licuadora o minipimer para darle textura más líquida. Yo lo hago a mano, no lo pongo en mi licuadora porque me queda olor a jabón para siempre. Y para ser honesta, nunca me queda muy gelatinoso como dice la receta. 

  7. Envasá:

    • Guardalo en botellas limpias. Agitá antes de usar, porque puede separarse con el tiempo (es normal). Yo uso un pote viejo de otro jabón líquido. 

Con respecto al pan de jabón o jabón blanco, hay algunas marcas mejores que otras en términos ecológicos. Es bueno buscar una con la que te sientas cómodo o que puedas pagar. Otra idea y es la que vengo abrazando, es hacer mi propio jabón con aceite usado. Pero bueno, eso es para otro momento. Otra cosa: estoy usando también esto como detergente para limpiar los pisos, el baño (el inodoro, los azulejos, esas cosas). Hasta hace poco usaba el detergente para eso, ahora uso esta preparación como un detergente limpiador. No hace mucha espuma que te da la sensación de limpio pero cumple la función. Eso sí, como todo, usen cepillos que saquen cosas. No esponjitas que acarician las superficies. 

2. Desinfectante casero

Para baños, inodoros, pisos, etc.

Ingredientes:

  • 1 litro de agua

  • 2 cucharadas de bicarbonato de sodio

  • 20 gotas de aceite esencial de árbol de té (antibacteriano natural)

  • 1/2 taza de alcohol etílico (puede ser alcohol al 70%)

Preparación:

  1. Disolvé el bicarbonato en el agua.

  2. Agregá el alcohol y el aceite esencial.

  3. Guardalo en una botella con rociador.

Es bien fácil. Otra cosa que recomiendo es, gracias a padre plomero, poner en las rejillas cuando limpien una buena dosis de bicarbonato, dejar reposar un tiempito (unos minutos mientras hacen otra cosa), echar agua caliente y vinagre. Destapa todo (si no tiene una bola de pelos al estilo Samara en "La llamada"). 

3. Clásico limpiador multiuso con vinagre

Ideal para limpiar superficies como mesadas, azulejos, vidrios y electrodomésticos.

Ingredientes:

  • 1 taza de vinagre blanco.

  • 1 taza de agua.

  • Cáscaras de limón, naranja o pomelo (opcional, para aroma o aceite esencial).

Preparación:

  1. Mezclá el vinagre con el agua en un frasco o botella con atomizador.

  2. Podés agregar las cáscaras de cítricos y dejar reposar la mezcla 1 semana para un aroma más agradable.

  3. Usalo directamente sobre la superficie y limpiá con un paño.

Importante: No lo uses en mármol o granito porque el vinagre puede arruinarlos. Ni en vidrios o azulejos engrasados. Usá primero el jabón líquido del principio y después dale el toque final con esto porque no saca grasa ni aunque le reces a la Pachamama. 

Espero que estas tres recetitas les sirva para ahorrar y para ayudar al medioambiente (un poquito, porque el pan de jabón depende de cómo esté hecho...). Quiero dejar claro que en casa también usamos lavandina (hipoclorito de sodio) para los hongos de la pared que se forman independientemente de mi deseo, la comida (recomendación de bromatólogo, 1 cucharada de sopa de lavandina para cada litro de agua) y los cepillos de dientes (recomendación de amiga dentista, 1 gotita cada 10 ml de agua). Tenemos un Lysoform pero en los últimos meses no lo hemos usado para nada. Es decir, no estamos en contra de desinfectar con cosas más fuertes dependiendo qué y cómo. 

Nos vemos la semana que viene con más Minimalismo Real. 





Comments

Popular posts from this blog

Ep. 107 | 3 ideas para organizar y descartar "komono" (cositas)

Yo, pensando en cómo dejar de acumular cositas (La Prune, Manet- 1877) Entre las categorías para descartar y organizar de Marie Kondo, se encuentra la categoría " komono ",  que básicamente son cositas. La traducción que le dieron en español si no me falla la memoria es "misceláneas", es decir...cositas varias.  En casa somos maestros en acumular cositas. En llevar la palabra a otro nivel. En personificar y vivir komono. En casa, sí, estamos llenos de "cositas". Gomitas de pelo, clips, papelitos, fósforos, juguetitos, dibujitos, dados, monedas que no sirven para nada, bolitas Pokemón sin el Pokemon, un lápiz de labio, una honda de juguete, piensen en algo y nosotros lo tenemos. No ayuda para nada que somos todos acumuladores compulsivos de cositas. El otro día vi una piedrita en el piso y se la llevé a mi hija que está con librito de rocas. Y mis hijos después se traen otro sinfín de cosas de la calle. En fin, esta casa necesitaba una intervención urgente ...

3 ideas para repensar los zapatos

Yo no soy una gran amante de zapatos en general. Debe ser porque cuando era chica, alguien -no recuerdo quién- le dio a mi papá un par de sandalias tipo Jesucristo de cuero legítimo para mí. Eran para nenes y aunque a mí nunca me importó si las cosas eran de nenes o nenas, estas en particular eran muy feas. Y además, me quedaban un poco grandes y me lastimaban. Pero eran de cuero. Entonces, para el cumpleaños de la vecinita amiga mía de al lado, me dijo que me pusiera “las sandalias nuevas”. Yo no quise, protesté, lloré y me mandó al cumpleaños descalza. Por suerte la calle era de tierra, solo nos dividía un alambrado entre casa y casa y todo era puro terreno de pasto y tierra. Llegué llorando pero no me afectó tanto porque la mitad de los chicos ya estaban en patas jugando. En fin, traumas de infancia. Cuando crecí, solo usé zapatillas y sandalias hippies o chancletas. Hubo una época que compré unas chatitas para el trabajo pero la verdad, correr atrás de chicos requiere za...

2 formas de moldear tu ambiente

En algunos podcasts conté que en la mini sala conseguimos comprar un año y medio atrás una mesa que se abre. Es de 1,20 pero se extiende a 1,70. Es de vidrio y madera. Y el vidrio se rompió con algo, se rajó de punta a punta y no sabemos cómo hace unos días. Y me agarró una angustia. Porque no voy a poder arreglarlo ahora y probablemente quede así por mucho, mucho tiempo. En esa angustia dije que al final nunca podíamos tener nada lindo, que la casa siempre iba a ser un caos constante como estaba ahora, que no importaba cuánto sacáramos, cambiáramos, etc, siempre íbamos a vivir en un lugar que no era de nuestro gusto. Claro que no es la casa ni la mesa, vengo con mucho trabajo y con cuentas que se suman y me salió por ahí (y me compré un libro). Pero mi compañero, con quien nos turnamos por suerte en nuestros ataques de desesperación, empezó a juntar las cosas, ordenó un poco, barrió, lavó la ropa, los platos y dejó el departamento visiblemente mejor. Y la frase que muchas veces reapar...