Yo, viendo mi lista de las cosas que NO voy a hacer (Pintura de Paul-César La Lettre, painted in 1880)
Si estás empezando en el minimalismo, ya debés haber escuchado a miles de personas diciendo "aprendé a decir no". Si ya sos un alma vieja en este camino, estarás re podrido de escuchar esto. Sin embargo, creo que es bueno recordarnos que un "no" bien puesto en su debido momento, ayuda mucho al futuro de nuestra paz mental. Claramente hay un millón de cosas que querríamos y deberíamos decirles "no" como "ay, Pepita, ¿te podés quedar 10 minutos más para ver esta cuestión de trabajo?". Pero la realidad son cuentas que nos llegan a fin de mes, alquiler a pagar y boca o bocas a alimentar. Decir "no" muchas veces es un lujo que no nos podemos dar. Pero sí podemos ir viendo dónde podemos y empezar a aplicarlo. Porque después, el "no" va a salir más fácil para cosas más importantes.
Veamos algunas:
1- Compromisos
Yo no soy una persona a la que la agenda le explote de compromisos sociales. Como la mayoría de mis amigos y mi familia están lejos, mis lazos en la comunidad son bastante estrechos por no decir pasajeros. Pero de todas formas, tengo compromisos que implican grupos a los que por un motivo u otro pertenezco y a veces me agobian. Y ya iba de mala gana. No por las personas, sino por mí, porque ese fin de semana quería estar de patas para arriba con mi familia haciendo nada o haciendo todo. Entonces empecé a decir que no. No digo siempre no porque, como alguna vez lo dije, no somos islas. Necesitamos del otro y hacer ese esfuerzo de conocerlo, de hablar con él, de intercambiar ideas aunque no tengamos mucho en común es bueno. Pero tenemos que recordarnos que no estamos obligados todo el tiempo a hacer o compartir cuando no queremos. Recientemente en mi trabajo propusieron de la nada encontrarse en un happy hour después del horario laboral. Un lunes de 17 a 20. Yo vivo a una hora y media, al día siguiente me tocaba un día largo charlando con profesores y la verdad, esa semana iba a ser complicada y movidita y me iba a quitar tiempo con mi familia. Dije no. Y expliqué que quería ver a mi hijos, pasar un rato con ellos y que para mí no era un buen día ni horario. No hubo drama, no hubo nadie mirándome mal como alguna vez me advirtieron que podría pasar y no fui. Nadie murió. No le hice falta a nadie. Nadie me hizo falta. A veces un "no" es la forma más bonita de decirle sí a todo lo demás que importa.
2- Internet
Cuando digo decirle no a Internet me refiero redes sociales, a streaming, al famoso scrolling (ir bajando con el dedito por publicaciones interminables) que para mí es un término intercambiable con "navegar por Internet sin rumbo fijo" (algo que me pasa mucho a mí). Decirle no a mirar cinco capítulos de una serie, decirle no a una hora o más de redes sociales (y no necesita ser seguida; podés estar diez minutos a las 10, después a las 14, después a las 17, y así todo el día y para qué), no quedarte en la compu sin motivo aparente. Maximizar el tiempo que uno tiene diciéndole no a todo esto, va a hacer que encuentres otras cosas para hacer. A mí me gusta mucho ver series. Me gusta mucho apretar todo hiperlink que aparece en Wikipedia. Soy como dije muchas veces, Doña Curso y siempre pero siempre encuentro qué hacer en la computadora (y no necesariamente redes sociales porque honestamente, no me gustan pero entiendo el apelo; los shorts de Youtube de películas de acción de los años ochenta me chuparon el alma por algunas semanas). ¿El resultado? Me agarré un libro de la biblioteca de J.K. Rowling, "Muerte súbita", de 645 páginas, el primero después de toda la saga Harry Potter y el único que no habla del mago. Pensé que lo iba a devolver en un mes. Lo leí en cinco días. No usé la compu. No me quedé viendo más capítulos que los que me había propuesto de una serie que quería ver. A mí me gusta leer pero a vos te puede gustar cualquier otra cosa. O no gustar nada. Y ahí está la maravilla del tiempo extra: aburrirte, te lleva a buscar otras cosas. Los niños de los ochenta lo entendemos bien. Muchos de los noventa también. Si no hay nada que hacer, buscamos qué hacer o no hacemos nada. Volvamos al aburrimiento; a veces hace bien.
3- Gastos no necesarios
No voy a cansarme de repetir que gastar en lo que uno no necesita es como robarse a uno mismo. A menos que seamos millonarios que nos llueven los billetes, probablemente cada dinerito ganado nos costó una parcela de vida. No es para pensarlo de forma dramática sino de forma objetiva: ¿vale la pena gastar en esto teniendo en cuenta el tiempo que nos costó ganar este dinero para comprarlo? Esto siempre es subjetivo; yo no tuve ningún miramiento en gastar en una guitarra para mi hija cuando dijo que quería hacer música. Ni pagar por las clases de música, a otros les puede ser un gasto superfluo; de hecho no me entraba en el presupuesto y este año estoy dando clases extras para cubrir ese y otro gasto con los chicos. Pero son gastos que me parecen importantes para su formación o para lo que a ellos les parece importante descubrir y no se lo podemos ofrecer en casa. Entonces, cada uno tiene que analizar a qué le dice que no. En mi caso, le digo no a los gastos fáciles que pueden surgir en plataformas de compra y venta como Mercado Libre. Yo pongo todo en una lista de deseos. Hay muchísimas cosas que compraría por impulso pero las pongo en esa lista, y después de 30 días que me doy para repensar si las quiero porque las necesito (son útiles, bellas o ambas), me doy cuenta que no valen la pena. Tal vez las compre en los meses venideros pero en general, dificilmente llegue a comprarlas. Este año solo hubo una compra que hice después de 30 días que fueron unos potecitos com tapa de bambú para el baño y que realmente terminaron haciendo la diferencia en espacio y estética. Sacando eso, los 3000 itens de mi lista están parados ahí. Así que los invito a decir no a todo eso que no debe ser tan necesario así.
Este episodio puede parecer una repetición de otros o más de lo mismo. Pero me di cuenta que para quien anda transitando el minimalismo, nunca está de más recordar lo básico.
Nos vemos la semana que viene con más Minimalismo Real.
Comments
Post a Comment